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Tal como sucedió el mes pasado, el segundo sábado de marzo se celebró una nueva edición de las Domestique Racing Series. Poco tiempo había pasado, el breve febrero mediante, desde la última etapa. Los ánimos estaban altos, caldeados.

Había nervios y rumores intentando adivinar por dónde transcurriría la etapa esta vez, y algún intento de soborno (sin éxito) a los miembros de esta organización.
De modo que el miércoles, 72 horas antes de la carrera, una vez desvelado el recorrido, pudimos ver cómo Strava hervía con grupos reconociendo la vuelta.

Concebida como jornada de transición antes de la etapa reina de abril, un recorrido algo más llano y el fuerte viento de la semana llevaron a más de una escuadra a practicar los abanicos temiéndose lo peor.
Cada uno en su categoría tenía algún rival a la vista: otro equipo de amigos, esa subida que se resiste, esa lucha por conquistar la montaña…
Oficialmente, tres equipos a batir. Los maillots naranjas patrocinados por Xiaomi identificaban a los líderes de cada categoría.
La ya famosa escuadra venezolana, intratable una vez más, solo contaba esta vez con tres miembros, el ganador indiscutible del maillot de la montaña en la primera etapa estaba fuera, batiéndose el cobre con los mayores.
Pero pareció no importar. Sus fuertes perseguidores: Moreno, Elías, Kike y el joven y gran Talavera pelearon con mucha garra, pero les cayeron más de tres minutos, colocándose a cinco en la general.

Y así, de momento, ningún cambio en la categoría A. Terceros de nuevo los chicos de Manuel Pulido, que al final resultaron no ser triatletas, fe de erratas, sino ciclistas curtidos, de los de La Vega, de los de raza.
Sin embargo, en la categoría B la guerra está servida. Nuestros motoristas consiguieron salvar el naranja por los pelos, pero no pueden descuidarse, detrás de ellos hay una guerra abierta entre el segundo y tercer equipo y la onda expansiva amenaza con darles de lleno.
Y en el terreno de las guerras, las aguas están agitadas en la lucha individual por dominar la montaña. Las reinas se mueven rápido y el maillot aún no es de nadie.
El naranja también ha cambiado de manos en la tercera categoría, Mr. Guenerie y su equipo han pinchado esta vez, pero saben cómo sabe el liderato y no van a cederlo con facilidad.
La lucha está abierta, la próxima etapa será dura y la batalla cruenta. Tenéis treinta días, empezad a entrenar.